El Orden.

Deborador de errores...

De gran perfección, mantenedor de lo correcto, lo bien hecho, lo bien expuesto.

El orden es adictivo, te engancha con sus brazos y te hace responder como un acto reflejo a todo objeto o cosa que tus ojos ven y suponen que no está simplemente como tiene que estar.

El orden a veces necesario, otra caótico, sí, caótico...

El orden siempre fue necesario, una sociedad está regida por un orden, que mas o menos se puede decir que viene de fábrica. Pero ¡ojo! Hay que tener mucho cuidado, con el orden no se puede jugar, el orden puede acabar con todo lo creado solo por la simple característica de que no es perfecto. De ahí lo de que puede ser caótico, puede acabar con todos los pilares de nuestra sociedad, que como no también tiene sus imperfecciones.

Utilice usted el orden, sí, pero con cuidado a veces hay que saltarse las normas para que todo funcione.

A.Ayala.